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Amarilis ----------------------IV AÑO

Amarilis

En 1621 Lope de Vega publicó su libro La Filomena, libro que reúne "diversas rimas, poesías y versos" entre los cuales está La Epístola a Belardo, firmada con el seudónimo de Amarilis, seguida de una respuesta de Belardo, es decir de Lope de Vega. El texto de Amarilis está lleno de datos autobiográficos; no solamente da el nombre de su "autora", Amarilis, sino también el de su hermana, Belisa, nombres que en la poesía pastoril corresponden a María e Isabel y añade que ambas eran nietas de conquistadores y fundadores de la ciudad de Huánuco. Los nombres más defendidos son María de Figueroa, María de Alvarado, María Tello de Lara, María de Rojas Garay. Algunos han supuesto que El discurso y La epístola son de la misma mano, pero los argumentos esgrimidos han probado ser insuficientes. Ricardo Palma supuso que La Epístola fue escrita por un hombre y otros aventuran la hipótesis de que fue el propio Lope de Vega, hipótesis no desdeñable, puesto que el bardo tenía un gran talento lírico y puesto que era dramaturgo, facilidad para penetrar en la psicología de los personajes femeninos. Sin embargo hay una diferencia entre ambos poemas: mientras que el de Amarilis es de corte renacentista, la respuesta de Lope es barroca. Acabadas sus declaraciones de amor platónico y las referencias a su propia vida, Amarilis concluye con este envío:

Versos cansados ¿qué furor os lleva
a ser sujetos de simpleza indiana
y a poneros en manos de Belardo?
Al fin, aunque amarguéis, por fruta nueva
Os vendrán a probar, aunque sin gana,
Y verán vuestro gusto bronco y tardo;
………………………………………
navegad, buen viaje, haced la vela,
guiad un alma que sin alas vuela.

Lope responde con el nombre de Belardo, escribe su poema en tercetos, emplea una serie de recursos del barroco: los hipérbatos, paralelismos, oposiciones y metáforas. Dice querer acomodarse al dulce estilo de Amarilis y hace también declaraciones de amor platónico y luego procede a hablar de sí mismo. Dice que su familia era oriunda del valle del Carriego en la Montaña donde falta el dinero y la tierra es corta. Washington Delgado ha marcad la diferencia entre Belardo y Amarilis: él engendrado entre pobrezas, celos y engaños; ella, hija de nobles padres y nieta de valerosos conquistadores. En la expresión, Amarilis habla con el diáfano orgullo de una heroína de poema épico o de sentimental novela renacentista, Belardo con la cínica desenvoltura de un personaje de la picaresca. Por su belleza ambos poemas, el de Amarilis y el de Lope iluminan el primer momento importante de la poesía virreinal peruana.

Obra

  • Epístola de Amarilis a Belardo (en La Filomena de Lope de Vega) (1621)
Características de la Epístola

  • Consta de un total de 335 versos, divididos en estrofas llamadas silvas.

  • En total tiene 19 estrofas, de 18 versos cada estrofa, con versos heptasílabos y endecasílabos.

  • El tema de la autobiografía que expresa sus sentimientos amorosos, tratase de una monja que radica en el Perú.

  • El poema tiene visos de influencia italiana propia del renacimiento.


Antología Literaria:
Fragmento de la Epístola de Belardo
Tanto como la vista, la noticia
de grandes cosas suele las más veces
al alma tiernamente aficionarla,
que no hace el amor siempre justicia,
ni los ojos a veces son jueces
del valor de la cosa para amarla:
mas suele en los oídos retratarla
con tal virtud y adorno,
haciendo en los sentidos un soborno,
que los inflama a todos
y busca luego aficiosos modos,
con el que pueda entenderse
el corazón, que piensa entretenerse,
con dulce imaginar para alentarse
sin mirar que no puede
amor sin esperanza sustentarse.
El sustentarse amor sin esperanza,
es fineza tan rara, que quisiera
saber su en algún pecho se ha hallado,
que las más veces la desconfianza
amortigua la llama que pudiera
obligar con amar lo deseado;
mas nunca tuve por dichoso estado
amar bienes posibles,
sino aquellos que son más imposibles.
A éstos ha de amar un alma osada;
pues para más alteza fue criada
que la que el mundo enseña;
y así quiero hacer una reseña
de amor dificultoso,
que sin pensar desvela mi reposo,
amando a quien no veo y me lastima:
ved qué extraños contrarios,
venidos de otro mundo y de otro clima.
Al fin de éste, donde el Sur me esconde
oí, Belardo, tus conceptos bellos,
tu dulzura y estilo milagroso;
vi con cuánto favor te corresponde
el que vio de su Dafne los cabellos
trocados de su daño en lauro umbroso
y admirando tu ingenio portentoso,
no puedo reportarme
del descubrirme a ti, y a mí dañarme.
Mas ¿qué daño podría nadie hacerme
que tu valer no pueda defenderme?
Y tendré gran disculpa,
si el amarte sin verte, fuera culpa,
que el mismo que lo hace,
probó primero el lazo en que me enlace,
durando para siempre las memorias
de los sucesos tristes,
que en su vergüenza cuentan las historias.
Esto mi voluntad te da y ofrece
y ojalá yo pudiera con mis obras
hacerte prendas de mayor estima:
mas dionde tanto se merece,
de nadie no recibes, sino cobras
lo que te debe el mundo en prosa y rima.
He querido, pues viéndote en la cima
del alcázar de Apolo,
como su propio dueño, único y solo,
pedirte un don, que te agradezca el cielo,
para bien de tu alma y mi consuelo.
No te alborotes, tente,
que te aseguro bien que te contente,
cuando vieres mi intento,
y sé que lo harás con gran contento,
que al liberal no importa para asirle,
significar pobrezas,
pues con que más se agrada es con pedirle.
Yo y mi hermana, una santa celebramos,
cuya vida de nadie ha sido escrita,
como empresa que muchos han tenido:
el verla de tu mano deseamos;
tu dulce Musa alienta y resucita,
y ponla con estilo tan subido
que sea dondequiera conocido
y agradecido sea
de nuestra santa virgen Dorotea.

Actividad

  • Elabora una breve biografía de Amarilis, entresacando datos de las estrofas seleccionadas. Puedes usar la información del inicio.

  • Elabora un organizador visual sobre el tema estudiado.
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